Antromero

VACACIONES DE VERANO
La Diputación Provincial inauguró el edificio en 1912 como Sanatorio Marítimo en una loma sobre la ensenada de Antromero. Estuvo destinado, en principio, al cuidado de niños enfermos de tuberculosis.
Este lugar de la parroquia de Antromero es conocido desde entonces con el nombre de Sanatorio.
Más adelante (1) pasó a ser un lugar destinado a que los niños del Hospicio pasasen una temporada del verano, en compañía de sus profesores y vigilantes.
Con la apertura del Colegio del Naranco se mantuvo el lugar como residencia veraniega para aquellos alumnos que, por carecer de familia directa o por cualquier otro motivo circunstancial, tuviesen que permanecer en el colegio. Varios salesianos también se trasladaban allí en este periodo.


EJERCICIOS ESPIRITUALES
Esta era la residencia en la que tenían lugar todas las primaveras los Ejercicios Espirituales. Generalmente los alumnos más jóvenes los realizaban en el colegio, pero a partir de 7º de EGB cada curso permanecía varios días, casi una semana, en la residencia de Antromero. Eran jornadas de charlas, proyecciones, trabajo en grupos y meditación sobre aspectos religiosos y de la vida ordinaria. La sexualidad era el tema que más interesaba, aunque es posible que al principio ese fuese un asunto tabú en el colegio. Más adelante se contaba con la colaboración de algún conferenciante seglar y salesianos de la Inspectoría expertos en dinámicas juveniles.

Una figura entrañable vinculada a la residencia de Antromero era la señora Maruja. Ella, que vivía en una casa próxima, se encargaba de la limpieza y de la cocina durante los períodos en que los alumnos del colegio residían allí. De carácter extrovertido y muy cariñosa, era una madre para muchos de los muchachos que pasaron por la colonia. Recibió un merecido homenaje poco antes de que el colegio cerrase sus puertas. Su esposo Avelino, además de custodiar la residencia, realizaba labores de vigilancia en la playa durante las horas de baño o cuando los alumnos se trasladaban en embarcación a la isla.

Desde hace unos años el edificio acoge un centro de rehabilitación de Proyecto Hombre.

Fuentes y documentación.
(1)Aurelio de Llano Roza: "Bellezas de Asturias de Oriente a Occidente". 1928